El efecto de la corrosión en la industria genera numerosos problemas en las aplicaciones, afectando la continuidad funcional de las instalaciones, obligando a frecuentes intervenciones en mantenimiento y a la sustitución prematura de los componentes. El costo derivado de esta situación puede ser reducido empleando técnicas específicas de prevención.
El recubrimiento Rilsan (marca registrada de Aricema) es una técnica económica y adecuada de protección contra la corrosión. Si bien no contempla todas las posibilidades de uso como el acero inoxidable, abarca un amplio rango de aplicaciones.